Crisol


Por Antonio Ordóñez

Afortunados.
Queridos lectores, los habitantes de la península ibérica somos unos privilegiados, aunque muchas veces no nos paramos a reflexionar profundamente de las maravillas que nos rodean.

En este primer número hemos querido reivindicar a las nubes, a mirar al cielo, a la ilusión de observar y por ello presentamos un trabajo de Javier y su incesante observación de la nubes ibéricas, su entusiasmo, su afición, su dedicación y su pasión nos parecen inspiradoras y por ello son nuestra primera portada.

Y debajo de las nubes está una península ibérica que alberga un patrimonio espectacular, es tanto lo que cuidar, estudiar y admirar que es difícil de abarcar. Pretendemos con este proyecto disfrutar de la mano de personas que estudian algún aspecto de la península ibérica: fauna, flora, paisaje , historia, arqueología, antropología ,geología etc. de sus conocimientos y reflexiones como una introducción a esos temas y para tener puertas de entrada a esas inmensas estancias de conocimiento que son todas esas disciplinas. Por ello Iberae no pretende ser solo una revista que expone datos y los difunde, sino también pretende hacer pensar sobre todo ello de lo que trata.

Nos ayudaremos además de la revista, por un canal multimedia que es el Canal Iberae de YouTube y de congresos o reuniones donde de viva voz conocer a los colaboradores.

En este primer e ilusionante número nos hemos sumergidos en nuestro patrimonio histórico y artístico visigótico de la mano de Rubén, es tanto lo que descubrir y conservar que se convierte en pieza clave el poder ser ayudados de auténticos expertos para interpretar tanta información y en ello están Rubén y jóvenes arqueólogos, un proyecto educativo que ha de ser apoyado y disfrutado con intensidad porque de iniciativas como estas podremos recuperar la conexión de la sociedad con la historia.

De patrimonio en este caso herpetológico, nos habla Octavio y pone en relieve la gran riqueza ibérica de este grupo animal. Nos ayuda a ser conscientes de la riqueza y diversidad de este grupo animal y de lo importante que es a nivel mundial, es muy importante tomar consciencia de ello para poder conservarlo.

La biodiversidad ibérica es de las más ricas de Europa y es estratégico implicar a la sociedad civil a través de fenómenos como la ciencia ciudadana para conocerla mejor y conservarla, de ello dan cumplida información Diego y Jose Manuel en torno a las mariposas diurnas un grupo que tiene la bendición de contar con miles de aficionados en la península que con sus observaciones de campo, están ayudando a componer el mapa biogeográfico de nuestros lepidópteros.

En esa línea de participación social en la ciencia a través de sus observaciones se desarrolla el trabajo que nos presenta Jordi sobre el observatorio ciudadano de biodiversidad de un pequeño pueblo catalán ,con ello volvemos a ver el potencial de la ciencia ciudadana en los estudios de biodiversidad y como herramienta de conocimiento y de concienciación.

De ciencia ciudadana, de la divulgación en internet y de la pasión que despiertan la hormigas nos habla Jose Alberto en su artículo otra vez abriendo una estancia de conocimiento llena de posibilidades tanto didácticas como conservacionistas. La mirmecología de alguna manera es a día de hoy una disciplina moderna y atractiva de la entomología en cuanto a captar la atención de ciudadanos .Ese entusiasmo y esos avances se recogen en este artículo lleno de empuje, ganas e ilusión de José Alberto.

Toda esa naturaleza y patrimonio se encuentra muchas veces en zonas rurales y de su grave despoblamiento y del análisis de esta situación nos habla Luis que forma parte de un proyecto llamado recartografías que esperamos os sea de mucho interés.

Solo me queda esperar que este número de Iberae y los que vendrán, nos haga reflexionar sobre lo afortunados que somos de habitar en un territorio que aún alberga un patrimonio cultural, histórico, artístico y natural, que maravilla en el mundo entero y que es derecho de todos disfrutarlo y nuestro deber cuidarlo para las generaciones venideras.

El equipo de Iberae quiere agradecer a Javier, Octavio, Luis, Pequeños Arqueólogos, José Manuel, Jordi y Diego su tiempo y su implicación para poder haber hecho realidad este primer número que estáis leyendo.


En eso el equipo nos sentimos muy afortunados y agradecidos también. Esperamos que Iberae os guste y que la leáis porque esa es nuestra recompensa a tanta ilusión y trabajo.