AVES ESTEPARIAS, EXTINCIÓN EN CAMPO ABIERTO

Por Antonio Ordóñez

Escribo estas líneas basándome en lo mucho que he aprendido en poco más de media hora de entrevista con el biólogo Juan Traba, profesor del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid el cual, además de investigaciones en otras áreas, ha centrado los últimos veinte años en el estudio de las aves esteparias.

Macho de Avutarda (Otis tarda) fotografía de Alfonso Micó

¿Qué son las aves esteparias?

Como nos comenta Juan Traba, no es una pregunta fácil de responder, puesto que no hará mucho más de un año se constituyó entre investigadores y técnicos especialistas en aves esteparias de España y Portugal el que se denomina Grupo de investigación de aves esteparias (GIAE), en cuya primera reunión ya se abordó cómo definir las aves esteparias y se podría decir que son un grupo de aves que tienen en común vivir en zonas llanas, desarboladas, con dominio de especies herbáceas como las zonas de estepas de gramíneas del centro de Asia, y que en España lo más parecido serían las zonas de cultivo herbáceos en extensivo (trigo , cebada, etc), mientras que otras viven en zonas llanas, también desarboladas, pero con dominio de especies leñosas como matorrales bajos en zonas abiertas.

También podemos decir que este grupo de aves en su mayoría nidifican en el suelo lo que les supone estar sujetas a grandes presiones selectivas por parte de la depredación.

Por enumerar algunas de estas especies estaríamos hablando del sisón común, la avutarda euroasiática, la ganga ibérica, la ganga ortega, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el alcaraván, la alondra común, la cogujada común y montesina, la terrera común y montesina, la alondra ricotí, etc.

Ganga ibérica (Pterocles alchata) Fotografía de Alfonso Micó

Las aves más amenazadas

Siendo el grupo de aves más amenazado en Europa lo es especialmente en España y Portugal, países que han sido un reservorio de biodiversidad especialmente para este grupo puesto que en estos países se mantuvieron vigentes por más tiempo unos usos tradicionales en las zonas agrícolas donde se aplicaban los tratamientos agrícolas con menor intensidad. Esta situación cambia drásticamente con la entrada de España en la Unión Europea desde finales de los años ochenta. La intensificación en los tratamientos agrícolas provocó la pérdida de los diferentes hábitats aún dentro de la homogeneidad de estos paisajes.

Además de los cultivos tradicionales existían zonas en barbecho, eriales, linderos y por supuesto zonas roturadas. Estas estructuras del paisaje eran habitadas con éxito por estas especies. Con los cambios comentados se produjo una homogenización de ambientes, con la concentración parcelaria, se perdieron por ejemplo los linderos y muchos barbechos, que eran buenos sitios para nidificar.
Por otro lado, la utilización de pesticidas, herbicidas y fertilizantes usados para incrementar la producción agraria afectó a su disponibilidad de alimento, al ser muchas de estas especies insectívoras, tanto en toda su vida como en los periodos reproductivos y en su etapa de pollos en la cual necesitan este especial aporte de proteínas proporcionado por los insectos.

En resumidas cuentas, la intensificación agraria ha afectado gravemente al declive poblacional de estas especies de aves. Esta intensificación ha llevado aparejado el proceso de abandono de tierras precisamente porque ha centrado la productividad en las mejores tierras dejando en desuso linderos y zonas menos productivas que han sufrido un fuerte proceso de matorralización y presencia de arbolado. Incluso algunas administraciones siguiendo directrices de la Política Agraria Comunitaria P.A.C. han promovido reforestar esas zonas. Esto en lo que respecta a las estepas herbáceas, en las estepas leñosas les ha afectado los cambios de uso ganadero porque el descenso de cabezas de ganado ha hecho que disminuya su labor de ramoneo, su efecto de corta de zonas leñosas y ha disminuido sus deposiciones y el efecto que tiene al integrar los nutrientes al suelo y a sus dinámicas, así como todos los insectos coprófagos asociados a la alimentación de estas aves, haya cesado por completo en amplias zonas. Todos estos cambios han tenido un impacto crítico en las poblaciones de estas aves.

Avutarda (Otis tarda) Fotografía Luis Miguel Rivas Bodón

Los cambios en cifras.

Estos significativos cambios se ven reflejados en cifras concretas en los últimos veinte años, de cara a la afectación en las estepas herbáceas: se ha perdido millón y medio de hectáreas de barbecho y en las estepas leñosas se han perdido más de nueve millones de cabezas de ganado ovino.

De cara a medir la pérdida poblacional de estas aves, pese a que durante mucho tiempo han sido unas aves muy desconocidas ,sin embargo hay algunas de ellas que actúan de semáforo avisador de lo que puede estar ocurriendo con el resto.
Entre ellas el sisón común, propio de estepas herbáceas, sus poblaciones en los últimos diez años se han desplomado a la mitad siendo datos de hace unos tres años ahora la situación puede haber empeorado y haber menos de la mitad de sisones que había antes. La alondra ricotí propia de estepas leñosas más de un cuarenta por ciento en estos últimos diez años. Esto ha propiciado que estas dos especies antes declaradas como vulnerables pasen ahora a ser consideradas como especies en peligro de extinción.

Lamentablemente hay más casos de declives alarmantes de población: La ganga ortega un treinta y cinco por ciento, la codorniz cerca del sesenta por ciento, el aguilucho pálido más de treinta por ciento, la carraca común en función de qué zonas entre un cincuenta y un ochenta por ciento algo similar ocurre con el cernícalo primilla.

El sisón común, un claro ejemplo de declive poblacional

Esta ave espectacular era en los años noventa una de las especies más frecuentes de los censos de aves que por entonces se realizaban en España en zonas agrarias de la Comunidad de Extremadura y actualmente en los mismos censos es de las más raras. Esto indica que su situación es preocupante o podríamos denominar que se trata de una situación dramática para la especie.

Sisón común (Tetrax tetrax)

¿Qué se puede hacer para revertir la situación?
Como contrapunto optimista a las cifras antes citadas, la mayoría de las especies responden muy bien a acciones coordinadas destinadas a su conversación como existen muchos ejemplos: oso cantábrico, águila imperial, lince ibérico etc .

Para las zonas de estepas herbáceas.

Cuando hablamos de aves esteparias las acciones han de ser horizontales, pues no pueden aplicarse medidas muy localizadas en el territorio.

La Política Agraria Comunitaria P.A.C es la que más impacto y repercusión tiene en estas especies. Más del setenta por ciento de nuestro territorio es afectado por esta política y todas las normas que derivan de ella. Históricamente con una referencia de treinta años atrás la P.A.C. no ha sido generosa en lo que respecta a la conservación de estas especies incluso habiendo establecido legislación específica al respecto, pero los datos comentados evidencian su bajo impacto en la conservación. Pero hay esperanza porque la P.A.C. que se aplicará desde el 2023 al 2030 sugiere un cambio de tendencia donde se persigue un mayor equilibrio entre la producción alimentaria y la preservación del medio y las especies que lo habitan.

Para las zonas de estepas leñosas

La defensa y subvención de la ganadería extensiva que está en franco declive frente a la ganadería industrial. La P.A.C debería cuidar y ayudar a la ganadería extensiva. Esta ganadería garantiza no solo la mejor protección de las aves esteparias, sino que favorece muchos servicios ecosistémicos claves.

Hembra de Cernícalo primilla (Falco naumanni) Fotografía José Pascual

La responsabilidad de todos

Está claro que una política agraria comunitaria no la marca un individuo pero los individuos son los que eligen a sus representantes políticos que son los que defienden unos modelos económicos y sociales u otros en las altas instituciones europeas y en todas las administraciones públicas implicadas. Un modelo de producción agraria ha de ser compatible con la conservación de hábitats y especies al igual que un modelo de producción energética renovable lo ha de ser también con la conservación de hábitats y especies. Esto ha sido trasladado a las administraciones desde hace más de veinticinco años ya por parte de los científicos.

Además de las administraciones públicas hay actores directos que inciden en la conservación que son los agricultores y los ganaderos la confluencia de cómo las administraciones gestionen las diversas normativas y de cómo estos actores directos las encajen será decisivo para el éxito de cualquier política de conservación de las especies afectadas.

Ante mi pregunta de qué puede decírsele al ciudadano de a pie para que se conciencie del problema de conservación de estas especies Juan hace referencia al aspecto de belleza y de admiración que puede suponer por ejemplo para un ciudadano de Madrid que a pocos kilómetros de la ciudad pueda ver los comportamientos de cortejo del ave voladora con más peso del planeta que es la avutarda, un espectáculo maravilloso que si no nos implicamos, informamos y actuamos entre todos puede desaparecer. Concienciarnos, informarnos y contar con unas normativas que den lugar a que todos podamos coexistir con la naturaleza. Para los actores involucrados de manera más directa que son los agricultores y los ganaderos tener los mecanismos para que sean incentivados por proteger estas especies en los campos donde desarrollan su actividad, subrayar la figura del hábitat de alto valor natural con las ayudas necesarias que hiciera a estos actores clave tener un mayor interés en conservar estas especies.

Si quieres ver la entrevista solo tienes que pinchar sobre la misma.