¿LES DECIMOS ADIÓS? FLORA 1

LOS FÓSILES VIVIENTES. Plantas con flores endémicas de la península ibérica e islas baleares.

Por Antonio Ordóñez Valverde

Las plantas desaparecen en el más absoluto de los silencios, no pueden huir de ninguna manera de cualquier amenaza, no pueden expresar ni comunicarnos su situación, no gozan de un conocimiento popular ni se ha desarrollado una cultura especialmente sensible hacia ellas. En resumidas cuentas, solo podemos protegerlas tomando conciencia de su grave situación o por el contrario, asistir a su extinción dado que su vulnerabilidad es extrema, tanto por su total dependencia del medio, como por su condición de estar vinculadas a la tierra en la que nacen. De todas ellas vamos a comenzar por aquellas que son especies en peligro de extinción y que se separaron de sus parientes más próximos hace millones de años: los fósiles vivientes amenazados. En primer lugar, estamos hablando de especies prioritarias en su conservación por proporcionar el mayor significado en biodiversidad debido a sus escasas dos o tres poblaciones y distribución muy restringida (endémicas de territorios muy pequeños). Esto hace que su supervivencia esté muy seriamente comprometida. Podríamos decir que son las más firmes candidatas para decirlas un adiós definitivo a corto plazo. Además son muchas veces géneros con una sola especie, por lo que si se extinguen las poblaciones, la gravedad sería mucho mayor al enfrentarnos a una doble desaparición la de un género y una especie.

Determinar cuáles forman parte de este distinguido pero triste club de especies de flora tan delicadas y próximas a la extinción ha sido un trabajo de años de estudio que contiene siempre tres aspectos. Primero, estudio de campo de los ejemplares que van sobreviviendo año tras año. Así se conoce la dinámica de la población. Segundo, conocimiento en detalle de sus características biológicas (periodo de floración, sistema reproductivo, polinización, germinación de semillas) y ecológicas (condiciones climáticas óptimas, polinizadores, patógenos). Así se puede evaluar las posibilidades de reintroducir o ampliar la distribución con reforzamiento de individuos en el mismo territorio. Tercero, conocer su origen genealógico en el gran árbol de las plantas con flores. Con todo ello hemos proporcionado un resultado global para la flora de nuestro territorio: hay al menos cinco especies que deberían de ser urgentemente protegidas por su valor evolutivo y un riesgo elevado de desaparición. 

Gadoria (Gadoria falukei), fotografía cortesía de Pablo Vargas

Si somos realistas en el barco que se hunde de nuestra biodiversidad hay que empezar a tapar las vías de agua más urgentes y achicar agua allí donde es crítico comenzar a tomar acciones. La península, por su carácter biogeográfico y la historia de sus seres vivos, es uno de los países de mayor diversidad biológica de Europa y también del mundo. Llamamos la atención porque no encontramos en España que haya ni suficiente sensibilidad de la sociedad ni la implicación de la administración para hacerse cargo del agonizante patrimonio natural. Por ello estamos dando una herramienta de priorización para que todos los agentes responsables puedan establecer pautas y criterios que son aplicables no solo a las plantas sino a todos los seres vivos.

Esto está excelentemente explicado en nuestra entrevista con el Doctor Pablo Vargas investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico de Madrid.

Aplicando este criterio de priorización en plantas en peligro crítico de extinción que han divergido de sus parientes más próximos entre 10 y 25 millones de años, indicamos aquí las cinco más críticas priorizadas a su vez entre ellas: nomevés (Gyrocaryum oppositifolium), margarita del Castril (Castrilanthemum debeauxii), chicoria hueca (Avellara fistulosa), gadoria (Gadoria falukei) y náufraga (Naufraga balearica).

Nomevés (Gyrocaryum oppositifolium), fotografía cortesía de Pablo Vargas.

Para mejorar el conocimiento de nuestras especies habría que poder dedicar más tiempo y recursos a la investigación; Las administraciones deberían no descuidar y agilizar la actualización de las listas de especies amenazadas, muchas veces esa demora viene ocasionada porque a mayor exhaustividad de estas listas más conflictos se generan con las actividades  económicas que se desarrollan en el territorio y que entran en conflicto directo con la conservación de la especies amenazadas. La información está a disposición de todos los gestores y la ciencia tiene perfectamente identificadas las especies sensibles pero no hay el interés suficiente o podemos decir que otros intereses priman, especialmente intereses de carácter económico. No solamente es responsabilidad de las administraciones sino que también los investigadores y los ciudadanos en general  pueden mostrar interés por esta conservación  y es muy importante poder desarrollar acciones que más allá de las que puedan conllevar importantes costes (estudios genéticos)  ayuden a monitorizar en el terreno las últimas poblaciones de estas especies a través de un voluntariado monitorizado por expertos.

Con esa monitorización y los datos recopilados a través de la ciencia ciudadana poder hacer seguimiento del estado de estas joyas de nuestro patrimonio natural. A su vez esa monitorización puede ejercerse como una vigilancia e incluso cuidado de las poblaciones detectando sobre pastoreo o ayudándolas a sobrevivir ante rigores climáticos como las sequías de los últimos años. No hay que olvidar que la exploración botánica que llevan a cabo miles de aficionados día a día aportan información tremendamente valiosa no solamente del estado de las poblaciones ya documentadas sino que aportan nuevas poblaciones a proteger. ¡Incluso los aficionados descubren hoy día nuevas especies para la ciencia! Para revertir o frenar al menos esta amenaza es importante, muy importante implementar todo tipo de enfoques (fondos en la investigación, tesis específicas, voluntariado, monitoreo) para que los científicos lleguen a conclusiones y después generar legislación adecuada que permita actuar en la protección. Con la responsabilidad de todos los agentes sociales que puedan tener involucración en la solución, que la hay, para conservar nuestras plantas más amenazadas se puede conseguir no decir adiós para siempre a estos insustituibles seres vivos.

Más información en: https://www.rjb.csic.es/especiesamenazadas/las-plantas.php

Este capítulo ha sido posible con la colaboración y amabilidad del Doctor Pablo Vargas